“Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar.”
Mateo 14:25.
Jesús y sus discípulos habían terminado de alimentar a más cinco mil personas. Luego, casi inmediatamente, el Señor hizo entrar a sus discípulos en una barca, para que cruzaran el mar hacia Capernaum, pero Él no subió a la barca con ellos, porque todavía estaba despidiendo a la multitud para después subir al monte a orar.
“Y ya la barca estaba en medio del mar, azotada por las olas; porque el viento era contrario.”
Mateo 14:24
Los discípulos estaban enfrentando un problema grande y luchando por sobrevivir; sin embargo, Jesús, quien conoce todos los problemas que sus hijos atraviesan, no fue al instante a socorrerlos. Esperó hasta la cuarta vigilia para ir y ayudarlos. ¿Sabes qué significa eso? Que el Señor fue entre las 3 y 6 de la mañana. Esto quiere decir que los discípulos estaban naufragando entre 9 y 12 horas en medio del mar.
¿Te imaginas cómo estuvieron los discípulos durante ese tiempo? Seguramente con miedo y desesperados por no saber qué hacer. Imagino que gritaron a Jesús para que los ayudara, pero nada, Él no aparecía y la tormenta seguía.
¿Alguna vez has sentido que Jesús no escucha tus oraciones? ¿Has clamado por tu situación y parece que a Jesús no le importa?
Todo indicaba que Jesús los había abandonado. Sin embargo, Él estaba orando, mientras sus discípulos estaban enfrentando esa dificultad. (Mateo 14:22-23) Dios no puede abandonar a sus hijos ni dejarlos solos, porque son creación suya.
Quizás, al igual que a los discípulos estás en medio de un problema, luchando y atemorizado por lo que pueda pasar. Tal vez sientes que Dios te ha abandonado o te ha dejado luchando solo. Pero no es verdad, porque aunque tú no veas al Señor o no sientas Su presencia por la circunstancia que estás atravesando, Él no dejará de protegerte.
“Entonces, ¿quién nos condenará? Nadie, porque Cristo Jesús murió por nosotros y resucitó por nosotros, y está sentado en el lugar de honor, a la derecha de Dios, e intercede por nosotros.”
Romanos 8:34 (NTV)
Dios jamás te abandonará y no siempre vendrá a ayudarte la primera, segunda o tercera vigilia, sino a la cuarta. Ten fe y confía en que Él llegará y solucionará tu situación. “Y cuando ellos subieron en la barca, se calmó el viento. Entonces los que estaban en la barca vinieron y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios.” Mateo 14:32-33.
Si piensas que Jesús está de brazos cruzados viendo cómo sufres, recuerda que Él está intercediendo por ti.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.
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