“Los consolaré allí, en Jerusalén, como una madre consuela a su hijo” Isaías 66:13 (NTV).
Nadie puede evitar los sentimientos de desesperanza, tristeza y dolor cuando ocurren tragedias o problemas en la vida personal, familiar o ministerial, todos necesitamos ser reconfortados y muchas veces lo buscamos en lo pasajero como la bebida, la televisión, la comida, etc. Pero de igual manera seguimos estando vacíos y necesitados; recuerda que con el mismo amor y paciencia que una madre consuela, Dios quiere y puede consolarte y llenar ese vacío que sientes.
Por Judith Quisbert
El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.
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