Es importante recordar que en la crianza de nuestros hijos no estamos solas. Aunque hay momentos en que parece que todo depende de nosotras, lo cierto es que no es así, Dios es dueño de nuestros hijos y también participa en forjarlos, así que ¡no estás sola, Dios está de tu lado!
Deja el temor y fortalécete en Dios
Muchas veces he tenido temor por el bienestar de mi hija por lo que está pasando en el mundo o lo que puede pasar, porque estamos en un tiempo difícil, peligroso y muy liberal. Incluso me he sentido incapaz de ser una buena madre, pero veo atrás y estos 4 años no he sido yo solamente quien ha cuidado y guardado a mi hija, sino que Dios ha sido quien ha luchado por mí y me está enseñando que en esta tarea no estoy sola.
En el día que temo, Yo en ti confío.
Salmo 56:3 (RVR 1960)
Anteponer la confianza en Dios por encima de todo lo que nos puede afligir es mucho mejor, porque nos ayuda a enfocarnos en lo que podemos hacer y lo que no, Dios se encargará.
Es un largo trayecto donde gozamos de la ayuda de Dios
Como madres, aún nos queda mucho por recorrer, y en todo este largo trayecto debemos aferrarnos a Dios, a la intercesión, a sus promesas y a su autoridad, pues Él es nuestro creador y nuestros hijos le pertenecen, ¿acaso los desamparará?
Cuando ya no tengas paciencia, fuerzas, recursos, aliento, paz o te invada el temor, la ansiedad, el enojo y demás, respira profundo y date un tiempo para descargar todo lo que te aflige en oración a Dios. Él te ayudará, podrá en ti de su paz y de su fortaleza para que sigas con esta hermosa tarea de ser madre.
Ten presente que ¡no estás sola, Dios está de tu lado!
No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
Isaías 41:10 (RVR 1960)
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