“Te devolveré la salud y sanaré tus heridas dice el Señor, aunque te llamen desechada, es decir, “Jerusalén, de quien nadie se interesa” Jeremías 30:17 (NTV)
Las heridas pueden ser provocadas por personas o situaciones que nos tocaron vivir. Algunas hasta siguen doliendo aún muchos años después cuando nos ponemos a recordar. Quizás has tenido que soportar el sabor amargo del desprecio o del rechazo o bien el dolor de una traición. La buena noticia es puedes encontrarte con aquel que es capaz de sanarte toda herida. Acude a la presencia de Dios en busca de sanidad y cree que Dios te cambia el nombre de desechada a deseada. Por Judith Quisbert
El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.
¿Cómo evangelizar a alguien de tu familia? ¿Es un desafío o es más fácil de…
Si quieres que tu iglesia abrace el evangelismo, primero debes vivirlo personalmente. Conoce 5 ideas…
Leer la Biblia nos ayuda a fortalecer nuestra fe, a conocer a Dios y encontrar…
El evangelismo es una parte clave de la vida cristiana; pero a menudo se malinterpreta,…
La Biblia nos describe muchas maneras de evangelizar y las razones por las cuales debe…
El evangelismo es una de las misiones más fundamentales de la iglesia cristiana y de…