Cuando Jesús se dirigía a Jerusalén, pasó por una aldea y allí diez hombres con lepra comenzaron a pedir su ayuda y fueron sanados, pero sólo una persona volvió para agradecer por el milagro que había recibido ¿Qué pasó con los otros nueve? (Lucas 17)

Esta historia nos muestra dos tipos de personas: los que saben agradecer y los que no lo saben hacer.

¿Qué es la gratitud? Es un sentimiento de estima y reconocimiento que una persona tiene hacia quien le ha hecho un favor o prestado un servicio, por el cual desea corresponderle.

Si hoy estás vivo, viste el amanecer y tuviste el privilegio de ver a los seres que amas ¡Ya tienes muchos motivos para agradecer!

1 Tesalonicenses 5:18 señala: Den gracias a Dios por todo, porque esto es lo que él quiere de ustedes como creyentes en Cristo Jesús” (DHH), la palabra nos dice que debemos dar gracias por todo.

Quizás creas que no tienes una razón para agradecerle a Dios porque estás atravesando problemas físicos, espirituales, sentimentales, económicos, etc. resulta fácil agradecer por las cosas que recibimos y cuando estamos en tiempos de bendición pero ¿Podrías agradecer en medio de los problemas?

Reconocer el favor de Dios debe ir más allá de las circunstancias que atravesamos, el sólo hecho de amanecer con vida es un motivo enorme para dar gracias.

Demostrar agradecimiento en circunstancias dolorosas es una decisión personal, es la actitud que uno toma porque está totalmente seguro que No está solo y que Dios lo sostendrá. Agradecer también es una muestra de fe.

“Entrad por sus puertas con acción de gracias,
Por sus atrios con alabanza; Alabadle, bendecid su nombre”
Salmos 100:4 (RVR 1960)

Por Judith Quisbert.

 

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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