“Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos”. 1 juan 5:3

A veces escuchamos a los jóvenes decir que los mandamientos han pasado de moda. Por el contrario Dios nos entregó sus estatutos, para que podamos vivir de manera fructífera, alcanzando verdadera realización en nuestra vida.  Estos mandatos implican límites para el ser humano, definiendo lo que le agrada y lo que no, cumpliéndolos podemos vivir una vida de acuerdo a su diseño.

A muchos jóvenes les cuesta cumplir con el mandamiento de no fornicar, pues muchos de ellos se dejan llevar por sus emociones, argumentando que es muy difícil obedecerlo, ya que reciben gran presión de parte de la sociedad, instándolos a hacer lo que todo el mundo hace.

Dios sabe lo que sus hijos necesitan. Los padres establecen normas para la crianza de sus hijos, según el caso, mas o menos estrictas, pero sabemos que aunque no siempre son simpáticas, ellas ayudan en el crecimiento. Los padres terrenales saben dar buenas dadivas a sus hijos y las reglas que establecen son para establecer una sana convivencia en paz y armonía. De tal manera se genera un ambiente en que cada miembro de la familia, desarrolla su máximo potencial.  Nuestro padre celestial, en su perfecta sabiduría, ha determinado reglas que deben ser respetadas en nuestra familia, ya que de ser así, resultaran en nuestro bienestar.

Quizás pienses que es muy difícil, seguir los mandatos que Dios nos ha dado, pero cuando realmente lo amas, obedecerle no resulta algo gravoso. La obediencia a la Palabra de Dios, siempre traerá bendición a tu vida. Pero esto implica renuncias y decisiones valientes. ¿Cómo quieres vivir tu vida, a tu manera o respetando los mandatos de Dios? El nos hizo libres, con capacidad de tomar nuestras propias decisiones, pero al mismo tiempo, nos dio su diseño para que podamos vivir de tal manera que El se agrade de nosotros.

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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