Al iniciar un nuevo año uno se llena de esperanza, entusiasmo y nuevas energías, es un tiempo en el cual reviven nuestros sueños y los anhelos más íntimos de nuestro corazón. Por esa razón es aconsejable escribir en una hoja de papel las metas específicas que deseamos alcanzar, establecer plazos para cumplirlas y esforzarnos más que en otras oportunidades para hacerlas realidad. Pero lo más importante es que las encomendemos en las manos de Dios para que Él nos ayude a lograrlas conforme a su tiempo y perfecta voluntad.

Recuerda lo que dice Habacuc 2:2-3  “Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella. Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espérala, porque sin duda vendrá, no tardará”. (RVR 1960)

El hecho de que aún no se hayan cumplido todos nuestros sueños, no quiere decir que Dios no haya escuchado nuestras oraciones. Él está esperando el momento exacto para conceder cada anhelo de nuestro corazón pero también necesita que estemos preparados para recibir cada uno de ellos.

Si permanecemos fieles a Dios y trabajamos muy duro en cada resolución que nos hemos trazado, Él nos ayudará a alcanzar nuestras metas este 2015 pero no nos limitemos sólo a pensar en nosotros mismos, ampliemos nuestra perspectiva porque hay mucha necesidad a nuestro alrededor y la venida de nuestro Salvador está cerca.

Pidámosle que nos ayude a ver con sus ojos y sentir con su corazón, porque aún hay muchas personas perdidas, que jamás escucharon sobre Jesús y hasta ahora no han encontrado el sentido de su vida; viven sin esperanza, con mucho dolor, amargura y resentimiento; no han tenido ese encuentro personal con Él y piensan que nadie las ama. Somos nosotros los llamados a compartirles del amor de Dios.

No te conformes ni te rindas en ningún momento, no permitas que el miedo, la vergüenza o el desánimo te detengan ni te roben la dicha de concretar aquellos sueños que tienes y que Dios puso en tu corazón. Obedécelo y cumple el propósito con el cual fuiste creado, que Él se encargará de que todo lo que anhelas llegue a tu vida como añadidura.

¡Mas el justo por su fe vivirá!

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario