Cómo comenzar a ejercitarte, incluso si no te gusta

¿Quieres comenzar a ejercitarte, pero no te gusta? Los beneficios de los ejercicios son más que conocidos en el mundo. Expertos lo recomiendan no solo por cuestión estética, sino por salud. No obstante, eso no quiere decir que a todos les guste practicarlo. Hacer ejercicios es algo que demanda tiempo, esfuerzo y constancia, los cuales no muchos están dispuestos a hacer. Pero cuando el mismo cuerpo lo demanda y necesita, es mejor ejercitarse y evitar futuras enfermedades. Para comenzar a hacerlo y no rendirte a mitad de camino, estos son algunos consejos que puedes tomar en cuenta:

Busca un compañero de ejercicio

Si crees que no puedes comenzar a ejercitarte solo, considera hacerlo con alguien más. Está científicamente comprobado que hacer ejercicio con otra persona es mejor que hacerlo por tu cuenta. Tener a alguien que te acompañe a ejercitarte es de beneficio porque te ayuda a mantenerte enfocado y a persistir. Por supuesto, esto depende mucho de a quién sea tu compañero. Si eliges a una persona que se da por vencida muy pronto, o que no es responsable, probablemente ambos fracasen. Sin embargo, si es alguien determinado y quien no se rinde con facilidad, te ayudará a mantenerte motivado siempre.

Un compañero de ejercicio puede ser un amigo, un familiar o tu pareja. De hecho, si es tu pareja o un ser querido cercano, los ejercicios los ayudarán a fortalecer sus lazos. (Para más información, leer Beneficios de hacer ejercicios con tu pareja)

Fija una meta

Las metas son un aliento para ser perseverante. Puedes fijarte metas a corto y largo plazo y medir tu resultados de acuerdo a ellas. Por ejemplo, puedes proponerte ejercitarte una hora al día y convertirlo en parte de tu rutina. Cuando estableces pequeñas metas, en lugar de grandes retos, podrás cumplirlas con mayor eficiencia. En cambio, si tu meta es bajar 20 kilos en un mes, puedes caer en el desaliento o tomar medidas extremas para lograrlo. Es por ello que lo mejor que puedes hacer es ir paso a paso y no desesperarte en el proceso.

Sé exigente contigo mismo

Nadie puede hacer ejercicios a tu cuenta. Si tú no lo haces, nadie más lo hará. Por lo tanto debes preocuparte por tu cuerpo y cumplir con tus metas. Esto no significa excederte o ser duro contigo mismo, sino ser consciente con respecto a tu cuerpo. Cuando aprendes a valorarte y a amarte a ti mismo, entenderás que cuidar de tu salud es parte del autoestima, y que no puedes amar a otros si no te amas primero. Probablemente sientas dolor la primera semana de ejercicios, pero una vez que logres pasar esos días, recompénsate con algo que no sea comida chatarra. Celebra cada victoria y también piensa en los beneficios de ejercitarte cada vez que tengas flojera de hacerlo. Ten en cuenta que hacer ejercicios es parte de un estilo de vida y no es una cosa de un solo día.

 
 

El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.

Lou Torres

Amo a Dios, mi familia; y me apasiona el lenguaje escrito. Me encanta leer, y si no lo hago es porque estoy escribiendo.

Recent Posts

¿Ver pornografía afecta mi relación amorosa?

¿Ver pornografía afecta mi relación amorosa? Contestamos esta pregunta a la luz de la Palabra…

2 días ago

Los cambios de planes pueden salvarnos

Podemos sentirnos frustrados y molestos cuando las cosas no resultan como queríamos, pero un cambio…

2 días ago

Felicidad real y duradera

A veces creemos que la felicidad está en vivir el momento, pero el gozo real…

3 días ago

Dones compartidos

Siendo que nuestros dones nos los dio, debemos usarlos para servirle, para servir a nuestro…

4 días ago

Los 5 errores más comunes al crear contenido cristiano

Conoce en este artículo los 5 errores más comunes al crear contenido cristiano de la…

5 días ago

Renuncia para ganar

Que el enojo no sea quien controle nuestro actuar, sino que sea el dominio propio…

5 días ago