¿La fuente de la juventud?

Desde tiempos remotos la humanidad ha estado buscando todo lo que aparezca que pueda prolongar la juventud.

Hubo fábulas de fuentes de agua que hacían el milagro de rejuvenecer, y luego algunos pudimos ver la película “Cocoon”, del director Ron Howard, donde unos capullos de supuestos extraterrestres vienen a la tierra y son puestos en espera en una piscina o pileta cerca de un ancianato, los ancianos se escapan una noche y se bañan en esa pileta y salen rejuvenecidos. Evidentemente es ciencia ficción, pero en la actualidad tenemos muchos alimentos que pueden ayudar a que la piel se vea más joven y nuestra energía aumente. Entre las frutas recomendadas están las fresas, las uvas, los kiwi, los tomates y todos los cítricos.  De vegetales, tenemos los espárragos, el aguacate y el berro con los cuales podemos hacer deliciosas ensaladas.

Los frutos secos, es decir las nueces tienen grasas muy saludables y que nutren la piel. Y las frutas secas como los dátiles y las ciruelas pasas tienen propiedades y vitaminas que son esenciales para una piel juvenil. El azúcar natural de estos frutos da energía, pero si estamos tratando de bajar de peso, no debemos comerlos en grandes cantidades. La medida para las nueces o frutos secos debe ser la cantidad que haga el tamaño de tu pulgar. Y de las frutas secas, preferiblemente no más de tres por día.

Por último, hay que tomar mucha agua. Al menos ocho vasos de ocho onzas de agua al día. Si puedes más, mejor y si te gusta y consigues el agua de coco, es maravillosa para la piel y para el organismo en general, pues contiene electrolitos que incluso ayudan al sistema nervioso. También tiene mucho potasio y mucha vitamina C que ayuda al sistema inmunológico.

Un poco de actividad física diaria, que haga circular la sangre también es primordial para mantener un aspecto saludable.

¡Sigan estos consejos y verán su piel resplandecer!

Este artículo fue producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.