La licenciada Débora Pedace nos habla de las claves para vivir alcanzando la gratitud aun en momentos difíciles. ¿Cómo encontrar la gratitud en medio de los problemas familiares? Gran pregunta que nos contestaremos a lo largo de este artículo.
La gratitud es una disposición del carácter. Puede definirse como un sentimiento de valoración y de aprecio hacia aquellas acciones que otras personas hacen a favor de uno mismo. Pero también existe la perspectiva desde la cual se puede experimentar gratitud cuando estas acciones no corren a nuestro favor, cuando ni siquiera las condiciones que enfrentamos son las que uno desearía. Y en estos momentos es cuando realmente tiene sentido lo que conversamos en el segmento pasado.
Está claro que todas las personas, en algún momento de la vida, atravesamos momentos difíciles e incluso temporadas en las que hemos sufrido incertidumbre, dolor o malestar por acontecimientos que hubiéramos querido no atravesar y, frente a esos eventos quizá cueste más mostrar agradecimiento por lo que la vida nos ha dado. Sin embargo, la gratitud parte del ser y tiene que ver con una intención hacia lograrlo.
Cuando el mar de la vida está inquieto y la persona atraviesa un conflicto familiar es cuando más intención se le debe dar a la gratitud. Es necesario sentir y expresar calma, ser asertivos en el modo en el que comunicamos y lo más importante, no perder los motivos ni las razones para expresar gratitud por lo que si valoramos.
Muchos creen que no tienen nada por lo que ser agradecidos y, cuando en medio del dolor logramos mirar con perspectiva, enseñamos la cantidad de detalles que pueden escaparse por no saber observar.
Numerosos estudios han confirmado que las personas que aprendieron en la infancia el acto de agradecer tienen mayores posibilidades de alcanzar éxito escolar y desarrollar excelentes relaciones interpersonales. Se convierten en individuos con claridad mental y actitud abierta hacia la vida.
Cuando el corazón es agradecido se le da más valor a las cosas importantes que la vida nos ofrece y, por consiguiente, la gratitud termina funcionando como un imán que atrae oportunidades.
Como mencionamos, hay innumerables ventajas de practicar la gratitud en nuestras vidas. Siempre se parte de una intención y termina convirtiéndose en la esencia de quien la sabe expresar. Esto generará indefectiblemente, a corto y largo plazo, una sensación de plenitud y bienestar. La cual impactará directamente en tu estado de ánimo y en las personas que tienes alrededor. Cuando uno expresa gratitud, ésta se contagia y se potencia con los que están cerca.
¿Estás siendo intencional al ejercerla? ¿En qué momentos te ha costado más? Es necesario que tengas esta conversación para que evalúes cómo está tu vida. Eso hará que puedas dar un paso de crecimiento sobre el ser agradecido, incluso cuando no tienes lo que deseas.
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