Es enormemente llamativa la cantidad de líderes cristianos que en medio de su servicio se encuentran estresados por su tarea diaria y que, intentando ayudar a otros, se olvidan de ellos mismos. A continuación te voy a mencionar 10 tips para manejar el estrés en el liderazgo de la Iglesia. Estos me sirvieron y todavía me sirven.
Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?
Mateo 16:26 (RVR1960)
Es importante aclarar que saber manejar el estrés es un proceso particular e individual. Creo fervientemente en la importancia de encontrar las estrategias que funcionen mejor para vos. No dudes en adaptar estos consejos a tu situación y estilo de liderazgo.
Así como te lo aconsejan con tu pareja, siempre es importante recordar qué te enamoró. ¿Recuerdas esas noches que hablabas con Dios, llorabas y agradecías y luego te quedabas dormido con una sonrisa en la cara? Mantener una conexión fuerte con Dios te dará fortaleza y paz en medio del estrés. Salmos 46:10 (Reina-Valera 1960) dice:
Estad quietos, y conoced que yo soy Dios.
Un desafío para mi vida fue encontrar gente salvavidas que me conozca y me quiera ver bien. A la hora de caminar en el liderazgo es fundamental estar bien rodeado. No tengas miedo de pedir ayuda o consejo cuando lo necesites. Mantén una red de apoyo compuesta por otros líderes de la iglesia o mentores en los que puedas confiar. Proverbios 11:14 (Reina-Valera 1960) dice:
Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo; más en la multitud de consejeros hay seguridad.
Es increíble que cuando nacemos (hasta los 3 meses) vemos en blanco y negro. Lo más curioso es que luego, al empezar a ver en color nos maravillamos. Lamentablemente, al pasar el tiempo —y si no nos cuidamos— terminamos volviendo a ver todo en blanco y negro, como los bebés. Enfócate en los aspectos positivos de tu liderazgo y en las bendiciones que experimentas en tu ministerio. Filipenses 4:8 (Reina-Valera 1960) dice:
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.
En algún momento lo hablábamos con la licenciada Débora Pedace, debemos aprender a decir «no» cuando sea necesario y establecer límites claros en el tiempo y energía. No debes asumir más responsabilidades de las que puedas manejar adecuadamente. Mateo 5:37 (Reina-Valera 1960) dice:
Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede.
El ejercicio regular, una alimentación saludable y un sueño adecuado son fundamentales para mantener el estrés bajo control. ¿Te falta energía para liderar? Probablemente no te estés cuidando en lo físico. 1 Corintios 6:19-20 (Reina-Valera 1960) dice:
¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual habéis recibido de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
Mantén relaciones cercanas y significativas con familiares y amigos fuera de la iglesia. Estas relaciones te brindarán apoyo, perspectiva y equilibrio en tu vida. Eso sí, que este grupo cercano te diga la verdad y nada más que la verdad. Proverbios 27:17 (Reina-Valera 1960) dice:
El hierro con hierro se aguza, y el hombre aguza el rostro de su amigo.
No intentes hacerlo todo. Delega responsabilidades a personas de confianza en tu equipo. ¿No tienes equipo? Empieza a armarlo. Esto no solo te ayudará a compartir la carga de trabajo, sino que también empoderará a otros miembros de la iglesia. Éxodo 18:17-18 (Reina-Valera 1960) dice:
Moisés recibió el consejo de su suegro Jetro para delegar responsabilidades a otros líderes capaces.
Encuentra técnicas de relajación que funcionen para vos, como la respiración profunda, la meditación o el yoga. Estas prácticas te ayudarán a reducir la ansiedad y a encontrar calma en medio del estrés. Salmos 46:10 (Reina-Valera 1960) dice:
Estad quietos, y conoced que yo soy Dios.
No te sobrecargues con expectativas poco realistas con objetivos imposibles. Establece metas alcanzables y celebra tus logros a medida que avanzas. No te exijas más de lo necesario. Deja a Dios ser Dios. Proverbios 16:9 (Reina-Valera 1960) dice:
El corazón del hombre piensa su camino; mas Jehová endereza sus pasos.
¿Hace cuánto que no te dedicas un tiempo para vos? Tal vez desconectarte significa conectarte a otras cosas. Programa momentos regulares para descansar y desconectar del trabajo. Marcos 6:31 (Reina-Valera 1960) dice:
Vamos aparte a un lugar desierto, y descansad un poco.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ. El presente se escribió en su totalidad por un ser humano, sin uso de ChatGPT o alguna otra herramienta de inteligencia artificial.
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