¡Cuán importante es la unidad en la familia!

Cuán importante es la unidad entre hermanos, amigos, vecinos, etc., porque de ella podría depender toda una nación.

Por lo general pensamos que nuestro adversario el diablo, está ocupando en poner trabas para que el evangelio sea predicado; cuando en realidad, su arma perfecta es crear división en la familia, iglesia y en toda una sociedad.

La unidad comienza en el hogar

Ninguna nación ha crecido en lo moral, intelectual o espiritual, sin que las familias que la constituyen lo hayan hecho primero.

Si queremos un mundo mejor, donde no exista la delincuencia, la violencia, etc., debemos empezar a sembrar buenos valores en nuestras familias y mantenernos unidos pase lo que pase; porque de nada servirá atacar estos problemas en lugares que no corresponden, sólo nos darán resultados temporales y no los que se requieren.

¡Cuán importante es la unidad para conseguir grandes victorias!

En la antigüedad, el pueblo de Dios tuvo que dar varias vueltas durante siete días para derribar los muros de Jericó. ¿Te imaginas si alguno se hubiera opuesto a hacerlo? Con seguridad arrastraba a otro y a otros más.

Pero ellos estuvieron unidos en un mismo sentir, y de esa forma vieron la gloria de Dios al derrumbarse las inmensas murallas que tenían en frente de ellos. ¡Que gran victoria obtuvo su pueblo!

¿Cómo está la unidad en tu familia?

No es fácil mantener la unidad en el hogar, porque cada quién tiene una opinión diferente, pero cuando el Espíritu Santo gobierna nuestras vidas, siempre habrá un acuerdo al que todos podamos llegar, pero es importante identificar el problema.

¿Te has puesto a pensar en lo que trae división a tu familia?

Cuán importante es la unidad en la familia, porque sus frutos se verán en la sociedad.

Sin importar las diferencias que hayas tenido con los miembros de tu hogar, hoy te invito a dar el primer paso hacia la reconciliación, no permitas que pequeños desacuerdos se tornen en grandes problemas difíciles de solucionar. Ahora es el tiempo de erradicar todo lo malo que daña a nuestras relaciones, no permitamos que el enemigo cree división entre nosotros, porque recuerda que somos uno en Jesús.

Aunque, en realidad, es Dios quien nos da paciencia y nos anima. A él le pido que los ayude a ustedes a llevarse bien con todos, siguiendo el ejemplo de Jesucristo. Así, todos juntos podrán alabar a Dios el Padre.

Romanos 15:5-6 (TLA)

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El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.