¿Por qué tenemos que ser como los niños?

Una de las etapas más lindas de la vida es la niñez. No tenemos demasiadas obligaciones ni preocupaciones y la relación con nuestros padres es muy íntima, dependemos completamente de ellos. Por eso la palabra dice que tenemos que ser como niños y ya te explicamos la razón.

«Les aseguro que para entrar en el reino de Dios, ustedes tienen que cambiar su manera de vivir y ser como niños.»

Mateo 18:3 (RVR1960)

Al leer este pasaje, me pregunté: «¿Por qué Dios nos manda a ser como ellos?» E identifiqué algunas cualidades que tienen:

¿Cómo son los niños?

1) Siempre están alegres.

2) Son agradecidos cuando les das algo pequeño o grande.

3) No mienten, siempre dicen la verdad.

4) Creen todo lo que les dices sin dudar.

5) Les cuentan todo a sus papás porque saben que ellos los ayudarán a solucionarán sus problemas.

6) Respetan a sus padres y hacen todo lo que ellos les dicen. Esto es porque saben que son las personas que más los aman y en todo momento velarán por su felicidad y bienestar.

7) No tienen vergüenza de expresar lo que piensan y sienten.

Ser como niños

Podría enumerar más aspectos pero estos fueron más que suficientes para entender que nuestro Padre Celestial quiere que seamos como los niños. Por ejemplo, por la pureza de su corazón; en ellos no hay maldad, en todo momento irradian alegría, vida, ternura y amor.

Los niños son seres tan puros que en su corazón no existe la más mínima maldad o sentimiento de venganza. Por eso mismo, el Padre nos pide ser como ellos para llevar una vida mucho más limpia y sana delante de Él.

Llegué a la conclusión de que Dios anhela tener hijos que siempre estén contentos y sean agradecidos por todo lo que tienen. Quiere que seamos completamente sinceros y le digamos cómo nos sentimos y qué necesitamos. Desea que acudamos a Él para que nos ayude y oriente en todo momento. Que creamos y confiemos en Él más que en cualquier otra persona. Además, que obedezcamos Su Palabra y no dudemos que cumplirá todas Sus promesas. Y que no nos avergoncemos de hablar de Él y de todo lo que hizo en nuestras vidas.

Resultados de ser como niños

Si diariamente ponemos en práctica al menos una de éstas características, estoy segura que tendremos como resultado un cambio en nuestra manera de vivir, alegraremos el corazón de Dios y nos convertiremos en canales de bendición para todos los que nos rodean.

Confía en tu Padre Celestial al igual que confía un niño en su padre terrenal.

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