Eres el responsable

Eres el responsable

Es increíble ver la cantidad de personas que levantan su mano en la iglesia en señal de adoración, pero que triste es que esas mismas personas, cuando salen del culto, no comparten el mensaje de salvación o no invitan a sus seres queridos a la casa de Dios.

Si conoces la verdad, eres el responsable

Que lamentable es ver la necesidad espiritual de nuestro prójimo y no decirle nada. La verdad, qué miserable la persona que acude a la iglesia a adorar a Dios y no comparte de Jesús. El Señor dijo:

Si alguien se avergüenza de mí y de mi mensaje en estos días de adulterio y de pecado, el Hijo del Hombre se avergonzará de esa persona cuando regrese en la gloria de su Padre con sus santos ángeles.

Marcos 8:38 (NTV).

Jesús volverá en gloria, pero si nosotros estamos avergonzados de Él y por esa razón no compartimos de su amor, Él estará avergonzado de nosotros cuando vuelva. Por lo tanto, no es posible que, conociendo la verdad, vivamos escondiéndola.

Tu responsabilidad es predicar

La tarea que Jesús nos dejó es compartir el mensaje de salvación, ser luz en este mundo y reconciliadores. Por lo tanto, nuestra responsabilidad es hablar de Dios y advertir de lo que vendrá al mundo entero.

Al hacerlo, cumplimos con nuestra responsabilidad, pero si sabiendo sobre el juicio de Dios que está por caer no advertimos y predicamos, entonces la sangre de aquellos que perezcan será nuestra responsabilidad.  Así lo dice las escrituras:

Puede darse el caso de que yo pronuncie sentencia de muerte contra un malvado; pues bien, si tú no hablas con él para advertirle que cambie de vida, y él no lo hace, ese malvado morirá por su pecado, pero yo te pediré a ti cuentas de su muerte.

Ezequiel 33:8 (DHH).

Por lo tanto, no nos avergoncemos de Jesús y compartamos el mensaje de salvación. No nos quedemos callados ante la posibilidad de compartir a otros de Jesucristo.

No calles ante la necesidad espiritual

Si alguien no hubiera tenido misericordia de nosotros, no nos hubieran compartido de Jesús y hoy estaríamos viviendo en nuestra vieja condición espiritual; en pecado y alejados de Dios. Pero, gracias al Señor,  alguien decidió pararse y no callar más y al ver nuestra necesidad espiritual nos habló de Jesús.

Así como esa persona nos habló de Jesús, levantémonos y hablemos de Jesús. Si no lo hacemos nunca conocerán la verdad.

¿Pero cómo pueden ellos invocarlo para que los salve si no creen en él? ¿Y cómo pueden creer en él si nunca han oído de él? ¿Y cómo pueden oír de él a menos que alguien se lo diga?

Romanos 10:14 (NTV).

El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.

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. El presente se escribió en su totalidad por un ser humano, sin uso de ChatGPT o alguna otra herramienta de inteligencia artificial.

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