A veces pareciera que los problemas están a cada paso que damos. A nadie le gusta enfrentar aflicciones porque nos causan dolor y frustración; pero, debemos tener presente que cuando nos apoyamos en Dios, lo que vivimos no es en vano, tiene un propósito especial.
Pablo tuvo problemas a cada paso
Antes bien, nos recomendamos en todo como ministros de Dios, en mucha paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en angustias; en azotes, en cárceles, en tumultos, en trabajos, en desvelos, en ayunos.
2 Corintios 6: 4-5 (RVR 1960).
Si alguien podía decir que tuvo «problemas a cada paso» ese fue Pablo. Según las escrituras, él enfrentó: sufrimientos, torturas, escases, miseria, preocupaciones; dentro de cárceles, en revoluciones, fue apedreado, a veces sin dormir ni comer.
A nadie le gusta las dificultades, igualmente a Pablo. Incluso en varias ocasiones pidió que el Señor le quitara su aflicción, pero Él le respondió «Mi presencia es suficiente para ti». Mientras vivamos en este mundo siempre enfrentaremos problemas a cada paso; la diferencia es batallar con Dios.
Preparado para todo
No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Filipenses 4:11-13 (RVR 1960).
Los problemas que tuvo Pablo a cada paso le enseñaron a depender de Dios porque solamente Cristo le daba las fuerzas para vencer. Aprendió a estar agradecido y contento a pesar de la situación que enfrentaba; desarrolló la paciencia y maduró en la fe con la experiencia que enfrentó.
¡Listos para servir!
Como moribundos, mas he aquí vivimos; como castigados, mas no muertos; como entristecidos, mas siempre gozosos; como pobres, mas enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, mas poseyéndolo todo.
2 Corintios 6: 9-10 (RVR 1960).
En este pasaje podemos observar la fortaleza de Pablo. Tal vez sientes que en «todo te va mal» porque estás enfrentando problemas a cada paso que das; pero, cuando haya terminado el proceso seremos enriquecidos, nos acercaremos más a Él, estaremos fuertes, maduros, capaces de consolar a aquellos que están pasando por dificultades.
Aprenderemos a decir con todo el corazón las palabras del apóstol Pablo: «Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.» 2 Corintios 12:10 (RVR 1960).
¡Estaremos satisfechos de que Dios haya trabajado en nuestras vidas!
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.