Categories: Devocionales

¡Ya eres libre!

“Mientras guardé silencio, mis huesos se fueron consumiendo… Mi fuerza se fue debilitando como al calor del verano…. Pero te confesé mi pecado,  y no te oculté mi maldad. Me dije: Voy a confesar mis transgresiones al Señor, y tú perdonaste mi maldad y mi pecado”. Salmos 32:3-5 (NVI)

La culpa, la vergüenza y la falta de perdón pueden llevarnos a caer en desesperación, aislamiento o depresión. Pero Dios no desea que carguemos con todo ese peso, Él vino a libertarnos y perdonarnos. Te invito a que en este momento vayas delante de su presencia y de todo corazón le pidas perdón. De tal manera podrás experimentar su libertad y amor sin límites.  Por Danitza Luna

 

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

CVCLAVOZ

Recent Posts

¿Ver pornografía afecta mi relación amorosa?

¿Ver pornografía afecta mi relación amorosa? Contestamos esta pregunta a la luz de la Palabra…

2 días ago

Los cambios de planes pueden salvarnos

Podemos sentirnos frustrados y molestos cuando las cosas no resultan como queríamos, pero un cambio…

2 días ago

Felicidad real y duradera

A veces creemos que la felicidad está en vivir el momento, pero el gozo real…

3 días ago

Dones compartidos

Siendo que nuestros dones nos los dio, debemos usarlos para servirle, para servir a nuestro…

4 días ago

Los 5 errores más comunes al crear contenido cristiano

Conoce en este artículo los 5 errores más comunes al crear contenido cristiano de la…

5 días ago

Renuncia para ganar

Que el enojo no sea quien controle nuestro actuar, sino que sea el dominio propio…

5 días ago