“Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas; y él comió y bebió, y se levantó y se fue. Así menospreció Esaú la primogenitura”. Génesis 25:34 (RVR1960)

En el momento en que abrimos nuestro corazón para aceptar a Jesús como nuestro Señor, Él nos ha dado un regalo muy especial, nos hizo sus hijos predilectos aceptos por medios de la sangre de Cristo. Muchos creyentes no saben valorar aquello que el Señor ha puesto en nosotros, ser hijo primogénito era lo que le hacía diferente a Esaú y lo menospreció buscando solo satisfacer sus necesidades de comida y bebida. Tú eres hijo de Dios, no menosprecies el título más preciado que se te ha dado.

Por Miguel Ángel Veizaga

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario