Aunque parezca difĂ­cil de creer, a la fecha la ciencia no tiene respuestas concretas para explicar la razĂłn de los dolores musculares que aparecen despuĂ©s del ejercicio fĂ­sico comĂșnmente llamado como mialgia diferida, agujetas o macurca. A travĂ©s de los años se han formulado varias hipĂłtesis entre las cuales se destaca la Microrrotura.

Esta teoría sostiene que el ejercicio físico provoca roturas e hinchazón en las fibras musculares que han sido sometidas a esfuerzos fuera de lo normal. Cuando una persona hace ejercicio, empieza a sentir sensación de ardor en los tendones que estån realizando el trabajo, todo puede estar tranquilo al principio, pero después de un tiempo de reposo aparecen esos típicos dolores. Esas roturas musculares son las causantes de las agujetas o macurcas.

La recomendación es consumir carbohidratos después del ejercicio porque las fibras musculares estån en reconstrucción y buscan componentes para reparar dicha roturas.

Lo interesante es que gracias a ese dolor uno puede estar seguro que los mĂșsculos estĂĄn predispuestos al crecimiento. Si a eso le sumamos la constancia y el cuidado adecuado, con seguridad se obtendrĂĄn buenos resultados.

Ahora bien, existe cierta similitud cuando hablamos de crecimiento espiritual. En algunos versĂ­culos de la Biblia podemos leer: “EjercĂ­tate para la piedad” 1 Timoteo 4:7, “Fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza” Efesios 6:10, “Para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal” Hebreos 5:14.

Ejercitar y fortalecer, son algunos de los términos arriba empleados. Esto quiere decir que el crecimiento espiritual demanda esfuerzo intencional: Amar al prójimo no siempre es fåcil, perdonar no es precisamente algo que se hace con facilidad, cultivar el håbito de orar cuesta, vivir con la convicción de obedecer lo escrito en la Biblia aunque todo alrededor parezca decir lo contrario demanda un esfuerzo, creer que Dios tiene el control aunque las cosas no estén saliendo como uno quiere demanda mås fe, aceptar un NO de Dios por respuesta a una petición es algo muchas veces difícil, atravesar pro pruebas puede provocar tristeza, etc.

En ese instante uno quisiera tomar personalmente el control de todo, pero ese dolor del yo interior al dejar realmente cualquier circunstancia en las manos de Dios y obedecer sus mandamientos, por muy difícil que parezca en ese instante, es una señal de crecimiento.

En medio de la aflicciĂłn y las dificultades Dios no nos dejarĂĄ solos, pero tampoco podemos huir de nuestra responsabilidad.

Hechos 14:22 dice: “En estos lugares animaron a los creyentes, y recomendándoles que siguieran firmes en la fe, les dijeron que para entrar en el reino de Dios hay que sufrir muchas aflicciones.” Versión Dios Habla Hoy

Un entrenador de gimnasio dijo una vez: “Si no duele, no sirve” pero en tĂ©rminos de vida espiritual cotidiana podrĂ­amos decir: Si estĂĄs determinado a permanecer en los mandamientos de Dios aunque debas renunciar a ti mismo, entonces estĂĄs creciendo.

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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