“Pero yo, el Señor, investigo todos los corazones y examino las intenciones secretas. A todos les doy la debida recompensa, según lo merecen sus acciones” Jeremías 17:10 (NTV)
Las decisiones y las acciones traen consecuencias sean buenas o malas, por ello debemos cuidar lo que pensamos y hacemos, porque ante Dios somos transparentes y nada podemos esconder de su presencia. Recuerda esta promesa que se hará real en la medida que tu vida sea de bendición para los demás. Siembra lo bueno y tu recompensa será buena.
Por Judith Quisbert
El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.