âMe hundĂ hasta el fondo de la tierra; ÂĄya me sentĂa su eterno prisionero! Pero tĂș, Señor, mi Dios, me salvaste de la muerte.â JonĂĄs 2:6(DHH).
Esta pequeña porciĂłn bĂblica representa el clamor de alguien que estĂĄ experimentando en carne propia la angustia y la aflicciĂłn. Cuando te sientas de esta manera, al punto de desfallecer, pon tu mirada en Dios y no en las circunstancias que te rodean, confĂa en que puede rescatarte de las situaciones mĂĄs difĂciles y peligrosas en la que te encuentres, ademĂĄs volverĂĄs a experimentar la paz que necesitas.
No huyas de la presencia de Dios, pues son severas las consecuencias lejos de Ăl.
Por Giovana Aleman
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El siguiente crĂ©dito, por obligaciĂłn, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artĂculo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.