“Ve y reĂșne a todos los judĂ­os que se hallan en Susa, y ayunad por mĂ­, y no comĂĄis ni bebĂĄis en tres dĂ­as, noche y dĂ­a; yo tambiĂ©n con mis doncellas ayunarĂ© igualmente, y entonces entrarĂ© a ver al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que perezca.” Ester 4:16 (RVR1960)

La historia de Ester revela la sabiduría eterna sobre nuestro propio futuro y destino. En este relato Dios nos muestra cómo Él obró mediante una joven para salvar al pueblo Judío de la aniquilación total planeada por un líder extremadamente poderoso.

Tal vez no estaba en los planes de Ester atravesar por situaciones desafiantes que incluso atentaran contra su vida misma, quizå jamås pensó en convertirse en la reina de Persia, pero de lo que sí estaba segura era de darlo todo por el todo y dejando atrås sus sueños decidió arriesgarse para que su pueblo fuera liberado del complot que había sido planificado en su contra.

La disposición de Ester fue determinante para toda una nación que en el silencio clamaba por ayuda, por lo que  la valentía de esta mujer fue bendecida con una gran posición.

Si hoy te encuentras en la encrucijada de si vale la pena abandonar la zona de confort y arriesgar incluso tu vida por una gran necesidad que Dios te ha mostrado en estos dĂ­as, no acalles esa voz que retumba en tu mente y corazĂłn, sĂłlo dĂ©jate usar por AquĂ©l que no olvidarĂĄ la obra de tus manos. “Pues Dios no es injusto. No olvidarĂĄ con cuĂĄnto esfuerzo han trabajado para Ă©l y cĂłmo han demostrado su amor por Ă©l sirviendo a otros creyentes como todavĂ­a lo hacen.” Hebreos 6:10 (NTV).

ÂżRecuerdas a Abraham? Estuvo dispuesto a sacrificar a su hijo por obediencia a Dios. MoisĂ©s dejĂł la comodidad de su casa por obedecer a su creador y ser un instrumento suyo para rescatar a Israel de manos de los egipcios. Esteban y Pablo no dudaron en entregar sus vidas a causa del evangelio. Ahora te pregunto, y a la vez me pregunto, si estamos dispuestos a hacer todo por amor a Dios, por amor a nuestra gente y aun por aquellos que necesitan de Él.

ÂżTe gustarĂ­a hacer historia y provocar cambios en esta generaciĂłn?, ÂżEstĂĄs dispuesto a contagiar a otros del amor de Dios?, entonces aprende a arriesgarte y ten por seguro que en ese proceso la presencia de Dios no te abandonarĂĄ.

¥No permitas que pequeños grandes gigantes quieran detenerte!

“Desde que Juan el Bautista comenzĂł a predicar hasta ahora, el reino de Dios avanza a pesar de sus enemigos. SĂłlo la gente valiente y decidida logra formar parte de Ă©l.” Mateo 11:12 (TLA)

Por Ruth Mamani

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario