Aron Gunnarsson se crió en un pueblo en el norte de Islandia, con una población de aproximadamente 18,000 personas, llamado Akureyri. Según él, no había mucho que hacer allí, excepto practicar deportes, así que comenzó a jugar al fútbol y más adelante se unió a un equipo llamado Thor. Aron se dedicó por completo a mejorar, así que trabajó en esprintas y fue al gimnasio. Él jugaba durante todo el año dentro unas salas interiores con césped artificial construido por la Asociación de Fútbol de Islandia. Básicamente se mudó allí cuando escuchó que estaban abierto porque ya no tendría que enfrentar dos problemas del clima: el primero era que solo podía jugar en el verano debido a los inviernos difíciles con un clima de menos de 10 grados, que resultaba en nieve que alcanzaba una altitud de varios metros. El segundo era que cuando la nieve se despejaba, no podía jugar en la hierba porque estaba reservada para personas mayores. Por lo tanto, él jugaba en la grava y eso le trajo lesiones graves. Las salas eliminaron los problemas antes mencionados y lo ayudaron mejorar.

Con el paso del tiempo, él se dio cuenta que si seguía en Islandia no iba a avanzar más porque ya había hecho todo lo que podía allí, así que a los 17 años decidió unirse al AZ Alkmaar en Holanda cuando tuvo la oportunidad. El entrenamiento no era fácil, pasó por mucha vergüenza y consideró regresar a Islandia. Pero él dice que la parte más difícil fue sentirse nostálgico. Pasó los primeros dos meses en el hotel llorando y diciéndole a su madre por teléfono que quería renunciar, pero su familia lo alentó a continuar y en el fondo, Aron también quería lograr su sueño. 18 meses después, recibió una llamada del escuadrón superior de Islandia que jugaba contra Bielorrusia en Malta y dijo que necesitaba viajar inmediatamente. Su madre le compró un scooter rojo porque solo tenía una bicicleta como medio de transporte. Él fue, jugó, y sintió que estaba viviendo el sueño. Pero un simple paseo a donde estaba estacionado su scooter cambió su estado de ánimo. Alguien le había robado su único medio de transporte rápido y solo le había dejado un neumático y un cable alrededor. Eso lo enojó, pero cuando le conto a su madre lo que ocurrió, pero ella solo estaba histérica sobre toda la situación. 

Años pasaron e Islandia calificó para ser parte del equipo en Dinamarca de Euros, que son menores de 21. Esto nunca le había sucedido a Islandia antes. Más adelante, el equipo en que él estaba calificó para la Copa Mundial. Con Lars Lagerbäck como su entrenador, el equipo fue capaz de fortalecer su forma defensiva y con su esfuerzo, llegaron a los playoffs contra Croacia. Perdieron 0 a 2, pero sus espíritus no fueron debilitados, se pusieron al reto y trabajaron para mejorar. En la campaña para la Eurocopa 2016, Eidur Gudjohnsen, que ha jugado con Messi y Ronaldinho, le dijo a Aron que él nunca querría jugar contra ellos porque no le permitirían jugar pasos, confirmando que ellos tenían una brava defensa. Ellos jugaron contra Holanda el 1 de octubre y los fanáticos los alborotaron con el aplauso del vikingo que las la multitud de 10,000 parecía una multitud de 100,000, según Aron. El partido resultó en un empate de 0 a 0. Jugaron contra Portugal, con Cristiano Ronaldo siendo parte del equipo. Ellos también empataron contra Portugal 1-1 y celebraron por otro suceso. Lo mismo sucedió contra Hungría. Lo único que necesitaban ahora era un punto contra Austria, pero Austria necesitaba ganar ese partido para seguir adelante. Empataron 1-1 en los 90 minutos, pero lo que pasó en los 94 minutos hizo historia. ¡Islandia metió otro gol! ¡Aron, todos en el equipo, los fanáticos, y los de Islandia se volvieron locos de alegría! ¡Islandia ganó! Los fanáticos y los jugadores se unieron haciendo el aplauso del vikingo.

¡Después jugaron contra Inglaterra y ganaron! Todo su éxito los llevó a vivir en las nubes, hasta que un nuevo entrenador, Heimir Hallgrímsson, fue puesto a cargo de ellos y quería que ellos trabajaran para ganar la Copa Mundial. Sin embargo, ese no era el plan de ellos. De hecho, en el Euros, ellos habían enviado personas para buscar a sus oponentes clasificatorios para la Copa Mundial. Eso dice algo sobre la forma de pensar de las personas de nacionalidad de islandés. Aaron dice, en sus propias palabras,

“En cierto modo, veo nuestro estilo como un símbolo de Islandia. Solo mira a algunos de nuestros jugadores, quiero decir, tal vez no somos los más técnicos. Quizás no somos los más bonitos para mirar. Pero ¿te gustaría pelear con nosotros? No lo creo. Estamos unidos. Somos duros. No tememos nada. Y esa es la lección que quiero transmitir a nuestros jóvenes jugadores en Rusia. Quiero que se den cuenta de que, si trabajas duro, y si tienes hombres dispuestos a permanecer unidos, todo es posible en el fútbol. Cualquier cosa.”

 

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido para radio cristiana CVCLAVOZ.

*Imagen obtenida del perfil de Facebook de Aron Gunnarson.

Gunnarson, A. (2018). There Be Ice Dragons Here | By Aron Gunnarsson. Recuperado el 27 de junio de 2018, de https://www.theplayerstribune.com/en-us/articles/there-be-ice-dragons-here

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