Los estereotipos son percepciones simples, generalizadas y carentes de detalles, que se le adjudican a un grupo o categoría determinada. Estos atribuyen unas características que en teoría son obligatorias que contenga.
Generalmente se basan en prejuicios, conductas y normas que se trasmiten a través de la crianza, la cultura, la educación, la información de los medios de comunicación y las redes sociales.
Son aprendidos y asimilados de manera inconsciente, subjetiva y carente de pensamientos racionales fundamentados.
En algunas ocasiones son útiles para mantener un panorama general, ya que pueden ejercer influencia en nuestro comportamiento de manera positiva o negativa en algunos casos.
De acuerdo a un estudio de la Universidad de Virginia demuestran que, durante los primeros cuatro minutos de conocer a una persona, formamos el 90 % de la imagen o idea sobre ella. De esta manera ponemos un estereotipo en ella y es muy complicado quitarlo o cambiarlo.
Otra conclusión a la cual llegaron, es que tardamos 30 segundos en dar una primera buena impresión, para lo cual, con una adecuada comunicación oral o corporal, puedes formar una imagen o mostrar los rasgos más importantes de tu personalidad sin caer en estereotipos.
Y según estudios psicológicos, el 55 % de la primera impresión está determinado por la apariencia, y 7 % por la forma de expresión verbal o corporal, es así como el 62 % depende de ti y en gran medida de tu personalidad.
Nuestro cerebro está programado para llegar a una conclusión rápida, con muy poca información y funciona rápidamente para clasificar un estereotipo. Por lo tanto, nuestro cerebro categoriza la información para después hacer comparaciones rápidas en donde influyen nuestras experiencias, percepciones, personalidad, entre otras.
Para romper con los estereotipos impuestos por la sociedad, te damos algunos consejos para dar una buena primera impresión siendo tú mismo, trasmitiendo tu esencia, tu amor propio, el respeto hacia ti y no dejándonos poner etiquetas o en una lista de clasificación.
No hay una segunda oportunidad para causar una buena impresión.
Para romper los estereotipos no necesitas ser un experto en cualquier tema. Solo utilizando tu personalidad, sentido común, empatía hacia los demás y algo de humildad, es más que suficiente.
Escrito por Aura María Lopera / Fundación Encausa
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.
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