La Biblia es un conjunto de libros que habla de una amplia variedad de temas, y entre ellas encontramos consejos para manejar el enojo de forma sabia.
En Números 14:18 (PDT) dice que Dios no se enoja fácilmente debido a Su fiel amor. Él no nos trata como realmente merecemos, sino que nos ve con amor y nos perdona debido a Su gracia. Y este es el mejor ejemplo a seguir que tenemos, ya que somos Sus hijos.
A continuación tenemos 3 versículos bíblicos que nos enseñan cómo lidiar con la ira y el enojo, y no permitir que tomen la rienda de nuestra vida.
Los necios dan rienda suelta a su enojo, pero los sabios calladamente lo controlan.
Proverbios 29:11 (NTV)
Hay muchas malas acciones que son el resultado del enojo sin control; por eso la Biblia nos advierte que es de sabios tener dominio propio.
Si quieres calmarte y no reaccionar de formas que te arrepientas después, entonces comienza controlando tus palabras. En lugar de decir lo primero que se te viene a la mente, calla y tómate un tiempo para tranquilizarte. Este momento también te servirá para no decidir en base a la ira.
Mis amados hermanos, quiero que entiendan lo siguiente: todos ustedes deben ser rápidos para escuchar, lentos para hablar y lentos para enojarse. El enojo humano no produce la rectitud que Dios desea.
Santiago 1:19-20 (NTV)
El enojo impide que escuchemos a los demás, es por tal razón que la Biblia nos dice que debemos escuchar antes que hablar y enojarnos.
En Números 14:18 dice que Dios es lento para enojarse; y es que Él nos escucha y nos da la oportunidad de ofrecer una explicación. De igual manera, nosotros debemos ser lentos para amargarnos, porque así evitaremos consecuencias desagradables en el futuro.
Por otra parte, en Santiago 1:29 (BLPH) dice que «el airado no es capaz de portarse con rectitud ante Dios». Lo cual nos da a entender que el enojo no solo nos concierne a nosotros y a nuestra relación con los demás, sino también a nuestra vida espiritual. Si queremos tener una vida recta, debemos aprender a controlar el enojo.
Ustedes mismos se comportaban así antes de conocer a Cristo. Pero ahora tienen que dejar también todo esto: no se enojen, no busquen hacer el mal a otros, no ofendan a Dios ni insulten a sus semejantes, ni se mientan unos a otros, porque ustedes ya han dejado la vida de pecado.
Colosenses 3:7-9 (TLA)
Una manera de controlar la ira es comprendiendo que en la vida en Cristo ya no hay espacio para enojarse. La Biblia dice que somos nuevas criaturas cuando aceptamos a Jesús en nuestras vidas; lo cual quiere decir que debemos comportarnos acorde a nuestra nueva condición de vida.
Es cierto que no podemos suprimir las emociones; pero sí podemos dominarlas, con ayuda del Espíritu Santo, y no dejar que gobiernen nuestras vidas. Si nos dejamos guiar por los sentimientos del momento, entonces no estamos viviendo como nuevas criaturas que han dejado atrás la vida de pecado.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.
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