Una de las preguntas más frecuentes es acerca de lo que dice la Biblia con respecto al maquillaje. Hay quienes se apoyan en pasajes como Ezequiel 23:40-42, 2 Reyes 9:30-31 y 1 Timoteo 2:9-10 para decir que es pecado. En la Palabra de Dios encontramos otros principios que pueden ayudarnos a comprender mejor este tema.
Aunque no existe un versículo bíblico específico que apruebe o condene el uso del maquillaje, hay historias y pasajes que nos dicen que este tópico debe analizarse con cuidado.
Hay pocos casos específicos en donde el maquillaje aparece en la Biblia. Dos de estas menciones hacen referencia a que las mujeres que lo utilizaban tenían mala reputación: Jezabel (2 Reyes 9:30) y dos hermanas que eran prostitutas (Ezequiel 23:40). No obstante, estos dos casos no son suficientes para decir que el maquillaje es para mujeres de dudoso prestigio.
Después Jehú fue a Jezreel, y cuando Jezabel se enteró, se pintó los ojos, se adornó el cabello y se asomó por la ventana.
2 Reyes 9:30 (TLA)
Luego mandaron traer a gente de tierras lejanas, y mientras tanto se bañaron, se pintaron los ojos y se adornaron con joyas…
Ezequiel 23:40 (TLA)
La otra mención al maquillaje y tratamientos de belleza en general se encuentra en el libro de Ester. Ella pasó por una serie de pruebas, pero al final, Dios la usó para salvar a Israel. Ester usó cosméticos para prepararse para conocer al rey; y es de suponer que continuó haciéndolo debido a su rol como reina. Por lo tanto, no se puede tildar al maquillaje como uso exclusivo de mujeres que no son agradables ante Dios.
Cada vez se acercaba más el momento de presentarse ante el rey Jerjes. Pero para que una joven pudiera presentarse ante el rey debía haber completado doce meses de tratamientos de belleza: seis meses con aceite de mirra y otros seis con perfumes y diferentes clases de cosméticos.
Ester 2:12 (PDT)
Además de las 3 menciones sobre el maquillaje en la Biblia, una afirmación constante que vemos en varias historias es que Dios se fija más en la actitud del corazón que en lo externo. Dios cumplió Su propósito a través de personas que eran rechazadas por la sociedad o estaban consideradas como inferiores. Esto nos demuestra que Él le da una gran relevancia al interior de la persona.
Pero el Señor le dijo a Samuel:
1 Samuel 16:7 (NTV)
—No juzgues por su apariencia o por su estatura, porque yo lo he rechazado. El Señor no ve las cosas de la manera en que tú las ves. La gente juzga por las apariencias, pero el Señor mira el corazón.
Con esto en mente se puede concluir que el maquillaje no tiene nada de negativo; sin embargo, hay otros pasajes que nos indican que podría existir un problema.
Muchas personas sienten que no son lo suficientemente hermosas y por eso acuden al maquillaje. Y aunque los cosméticos pueden darles confianza y seguridad, también se puede llegar al extremo de verse a sí mismas como feas sin maquillaje; y por consecuencia, renegar y no estar conforme con cómo lucen.
El dilema con ese comportamiento es que negar nuestro cuerpo es rechazar directamente a Dios. La Biblia dice que todo lo que hizo es bueno, y eso nos incluye; por lo que si no nos gusta nuestra apariencia, le estamos dando la espalda a quien nos creó de esa manera.
Es por ello que hay un pasaje importante que debemos tener en cuenta:
No se interesen tanto por la belleza externa: los peinados extravagantes, las joyas costosas o la ropa elegante. En cambio, vístanse con la belleza interior, la que no se desvanece, la belleza de un espíritu tierno y sereno, que es tan precioso a los ojos de Dios.
1 Pedro 3:3-4 (NTV)
En estos versículos, Pedro aconseja que debemos darle más prioridad a la belleza interna, la cual no se termina. Debemos fijarnos que no condena categóricamente el uso del maquillaje, sino que debe considerarse algo secundario, pues la verdadera belleza está en el interior (Proverbios 31:20).
No podemos decir que el maquillaje es pecado solo la Biblia no lo especifica; por el contrario, nos advierte de no establecer mandamientos como si fueran de parte de Dios:
La adoración que me brindan no les sirve de nada porque enseñan tradiciones humanas como si fueran mandamientos de Dios.
Marcos 7:7 (NBV)
Debemos tener en cuenta que el maquillaje, al igual que cualquier otra práctica, se convierte en pecado cuando nos hace rechazar a nuestro Creador y toma el lugar de la prioridad que Dios debe tener.
Además, la Biblia nos dice que nuestros cuerpos son el templo del Espíritu Santo (1 Corintios 6:19-20), y por ello debemos cuidarlo y hacer todo lo necesario para que seamos aprobados ante Dios.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.
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