Desciendo por la ladera del monte con una anticipación casi religiosa. Tony nos lleva al encuentro del café original. Me aproximo al conocimiento de la mata primigenia, al estallido de los frutos verdes, anaranjados y rojos del brebaje fundamental. Explorador ferviente de las causas primeras, de las raíces de las cosas, vengo al principio de todas las memorias del café que viven dentro de mí.

No puedo recordar el momento exacto en que lo descubrí. Me parece mucho que era un adolescente – o tal vez no; de eso hace ya demasiado tiempo a estas alturas. Lo que no olvido es su primer latigazo amargo, su cuerpo recio, el aroma que precede a la experiencia telúrica del sabor y de su textura de terciopelo marrón.

Había soñado mucho con acercarme a su origen, a la noticia de sus raíces, a la presencia del fruto. Una feliz oportunidad se presenta en la finca de unos amigos en la región cafetera de Colombia. Solicito fervientemente ser introducido al pequeño cafetal aledaño a la casa. Ha llovido en la madrugada y en la hierba vibra una constelación de húmedos cristales. La tierra mojada emite el olor material de la vida en movimiento. El sol, las nubes, el azul profundo del cielo acompañan esta ceremonia secreta y profunda.

Hacemos preguntas, abrimos los frutos, hacemos algunas fotografías. El señor que trabaja en el cuidado de las plantas nos muestra, un poco más abajo, una variedad Castilla que es muy buena, dice. Tony nos explica los misterios y los avatares del cultivo. Nos llevamos algunos granos y subimos a la casa. Allí nos espera una taza de café recién preparado, un ritual que deviene resumen de este encuentro singular.

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Palabras confidentes, soledades elegidas o simplemente insoportables, diálogos magistrales, miradas superficiales, consideraciones profundas, amistades permanentes, relaciones pasajeras, finales felices, rupturas dolorosas, esperas indeseables o simplemente el laissez faire de unos días sin agenda; a cualquier hora, en cualquier lugar, un café viene a ser parte de la crónica mínima de la vida cotidiana.

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