Como tantas veces la espera sin otro recurso que el silencio, sin otro aditamento que la paciencia, sin saber para qué. Como tantas veces el fracaso con su olor acre, con su color de tierra; con su bofetada seca, su triste evidencia. Como tantas veces el deseo inmedido, la pérdida total de los sentidos; el abandono momentáneo y entonces la ausencia continuada. Como tantas veces el miedo, viscosa garra oscura, presencia inmovilizante, terror nocturno. Como tantas veces la vergüenza, ese afiche de la inconsecuencia, ese noticiero de la capitulación. Como tantas veces el camino señalando la huida, dando cuenta del regreso, su destino incierto. Como tantas veces la palabra, desgastada, inútil; mediocre matriz que gesta mundos y apenas pare cuartos, pantanos y cafés de mala muerte. Como tantas veces el amor con su abono de entrada y sus interminables cuotas mensuales; con su imaginario de folletín, con su pobre mobiliario, con su precaria reputación, avara moneda de cambio, contrato sin satisfacción garantizada, espejismo tenaz. Como tantas veces la soledad con su salida dominical, su libertad vigilada; con su lado tierno, con su infinita paciencia. Como tantas veces la esperanza, triste consuelo, pan de angustia, agua de aflicción, decepción recurrente. Como tantas veces el dolor, con sus agujas, sus puñales, sus palancas, sus alaridos en sordina. Como tantas veces las manos que armaban refugios, que querían sentido, que anhelaban prolongación; con su temblor incipiente, con su pronunciación enmudecida. Como tantas veces la boca, ayer loca de besos; ahora sin nada que decir, sin lozanía, oscuro pasadizo de discursos funcionales y nutrientes indispensables. Como tantas veces el secreto, territorio recurrido, seguro de vida, cómplice solidario, careta imprescindible, salvoconducto subliminal.
Como tan pocas veces el olvido, como tan pocas veces la paz, como tan pocas veces la risa, como tan pocas veces el descanso, como tan pocas veces el alivio, como tan pocas veces la confianza, como tan pocas veces el amparo, como tan pocas veces cazuela de ave y torta de merengue con lúcuma…

Deja un comentario