El reino de los cielos es semejante a…

(Jesús, en varios pasajes de los Evangelios)

(Jesús utilizó ejemplos de la vida cotidiana en el mundo en que él vivió para demostrar que el reinado de Dios es un espacio de bondad y un gobierno que sufre violencia. Me he permitido trasladar aquel imaginario al siglo 21. Uso “el reinado de Dios” en lugar de “el reino de los cielos” porque Jesús hablaba de algo concreto y presente).

El reinado de Dios es semejante a…

Nadia Murad, Embajadora de Buena Voluntad por la Dignidad de las Supervivientes de la Trata de Personas de las Naciones Unidas, que escribió Yo seré la última para contar su cautiverio y su lucha contra el estado islámico.

Safia Minney, fundadora y presidenta ejecutiva People Tree, que fabrica y vende ropa que genera crecimiento económico sin explotar a obreras pobres ni destruir el medio ambiente.

Alan Kurdi, un niño de dos años de edad que apareció en una playa de Turquía después de que la embarcación que traía refugiados sirios naufragó en el Mediterráneo.

Muhammad Yunus, que se decidió a otorgar microcréditos a mujeres pobres de Bangladesh y fundó el Banco Grameen para combatir la pobreza del mundo.

Las incontables mujeres que sostienen por sus propios medios comedores comunitarios en diversas partes de Sudamérica para dar almuerzo y merienda a niños en situación de grave vulnerabilidad alimentaria.

Greta Thunberg, la joven sueca de 16 años que decidió manifestarse todos los viernes frente al Parlamento de su país para exigir acciones contra el cambio climático y que hoy es uno de los rostros de ese movimiento mundial.

Veronica Guerin, periodista asesinada en 1996 por denunciar a los cárteles del narcotráfico en Irlanda y cuya muerte promovió la promulgación de la ley de extinción de dominio de los bienes de la mafia.

Médicos Sin Fronteras y la gente voluntaria de la Cruz y la Medialuna Roja que salvan vidas atendiendo a heridos por la guerra y las catástrofes y a los refugiados.

A quienes luchan por los derechos de niños y niñas, combaten la trata de personas y trabajan en la rehabilitación de personas adictas.

A quienes acompañan y ayudan a los enfermos, visitan a los presos y a las personas de la tercera edad que están en hogares y albergues.

A quienes otorgan vivienda, trabajo y dignidad a los pobres del mundo.

En especial a todos aquellos que hacen estas cosas sin buscar reconocimiento, premios ni “perlas para su corona” sino porque entienden que eso es el verdadero reinado de Dios.

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