Cuando viniste a la comunidad tu vida estaba destruida. No eras nadie. No tenías esperanza. Aquí encontraste paz, amigos, verdad, luz. La comunidad te ampara. Vela por ti. Te quiere. Te protege. Eres especial en nuestra comunidad.
Aquí no valoramos mucho los títulos o las capacidades intelectuales. El único conocimiento importante es el que adquieres en la comunidad. En nuestros programas de formación básica y en nuestras instituciones educativas está todo lo que debes saber. Nuestra librería tiene los únicos libros debes leer y la única música que debes escuchar.
En la comunidad somos todos iguales. Pero hay algunas personas aquí que son menos iguales que otras y están investidas de ciertas capacidades que las hacen únicas para dirigirnos. Debes saber que esas personas tienen un fuero más allá de tu comprensión y tocarlas es sancionado gravemente. Ellos tienen acceso a los códigos fundamentales y te recomendamos fuertemente que creas y sigas los preceptos que han formulado para tu completo bienestar.
Debes entender, por supuesto, que nuestra comunidad tiene importantes proyectos de crecimiento y que tu colaboración económica es fundamental para llevarlos adelante. Nuestra convicción es que has recibido tantas buenas cosas de ella que no es un deber sino un privilegio dar para su sostenimiento; además, si lo haces de buen grado serás grandemente retribuido.
Es importante que comprendas que las únicas cosas importantes de la vida ocurren dentro de nuestra comunidad. Todo lo que aquí se habla, se crea, se construye y se trata es de un valor permanente. Dado que el mundo exterior no produce nada de valor, te urgimos a que pases la mayor parte del tiempo entre nosotros. Esto nos lleva a otra cuestión de capital importancia: todo lo que sabes, todas tus capacidades y habilidades deben ser puestas sin objeción ni límite alguno al servicio de nuestra entidad, lo cual te sugerimos hacer con alegría y extrema dedicación.
Una advertencia importante: a veces surgen entre nosotros algunos seductores que intentarán sembrar algunas dudas en tu mente respecto de lo sagrado de nuestro magisterio. A éstos evita diligentemente. Debes negarles todo crédito y denunciarlos a la brevedad a las autoridades competentes a fin de mantener tu propia integridad y servicio intactos. Tal vez sea bueno recordarte en este punto que dejar nuestra comunidad te puede acarrear enormes males, algunos de los cuales podrían ser de infinita duración.

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