No es noticia para nadie que los medios nos bombardean por todas partes con publicidades, comerciales, imágenes y videos de como debemos vernos, vestirnos, caminar, etc. Existe la creencia de que si no nos vemos o somos como celebridades, modelos estamos “fuera de onda.”

Pero esa influencia mediática no es lo único que forma nuestras ideas y opiniones, lo creas o no a traves de nuestra propia boca y con nuestros propios comentarios podemos influir de manera exponencial.

Siempre comentamos sobre el “look” o la apariencia de los demás y hacemos comentarios como entre nosotros mismos y con nuestras personas de confianza.

Quizás te sientas identificado (a) con: “qué grande es la boca de esa mujer y que raros son sus dientes” ó “ese muchacho si es alto” ó “fulana tiene los pies muy grandes” o algo así como: “que horrible ese sueter que se puso María.”

No te sientas mal si has expresado estas palabras en algún punto de tu vida o de tu día en otros casos tal vez lo hayas escuchado de la boca de otra personas, en cualquiera que haya sido el caso lo que quiero hacerte entender es diferente.

Por medio de este tipo de comentarios inconscientemente y sin ninguna mala intención, vamos creando y generando un concepto, una norma o un estándar de cualquier tipo, en este caso me refiero a lo físico y a la belleza porqué es más común.

Cuando decimos “ese muchacho si es alto o es muy bajo” estamos comunicando a los demás que ser muy alto o muy bajo está mal, no es aceptable y que esa persona tiene un problema cuando en realidad o en la mayoría de los casos no existe problema alguno.

Puedes argumentar que estoy exagerando que es un simple comentario y opinión o puedes decir que esa no es tu opinión que es algo que aprendiste en tu hogar, escuela, viendo la televisión, la moda, revistas, etc, pero ninguna de las anteriores te obligan a aceptar ese estándar.

Es muy difícil ser cautelosos con nuestras palabras porque somos libres de expresarnos y decir lo que pensamos pero tengamos en cuenta que con nuestras palabras podemos influencia y afectar actitudes y formas de pensar desde los más jóvenes hasta los más mayorcitos.

Utilicemos esta influencia para debilitar los estereotipos irreales e imposibles de obtener que nos muestran los medios, no aceptemos ser moldeados con el mismo estándar, estemos orgullosos y tranquilos de ser y vernos diferentes y no parecernos a los demás.

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