Con esto de la globalización y la tecnología, todos manejamos la misma información y  hablamos de lo mismo.

Una de los temas de los que se estaba hablando en estos días en las redes sociales, era de todo lo que no nos gustaría saber: “#nomegustariaparanadasaberque”. Esto me puso a pensar la cantidad de cosas que ignoramos, y que creemos que nos gustaría saber pero la cruda verdad es, que mejor no. Mejor me quedo ignorante.

Hay una antigua frase que dice ” Ojos que no ven corazón que no siente”, y en mi niñez o adolescencia solía aplicarla en los momentos mas extraños. Por ejemplo, cuando se me caía la comida antes de servirla, miraba para todos lados a ver si alguien me estaba viendo, cuando me daba cuenta que no me habían visto me decía en voz baja ” Ojos que no ven corazón que no siente.”  La volvía a poner en su lugar y la comía tranquila junto a los demás. Al fin y al cabo a mi no me molestaba, ¿Porque debería molestarle a otros?

Claro, en esos momentos no tenia en cuenta que no todos piensan o sienten como yo. Hay muchas cosas que si me gustaría saber y que pudieran cambiarme la vida.

¿Que tal si hablamos de las que ignoramos y que si hacen una diferencia?  Quizá, ignoramos a nuestros padres, y sus batallas. O a nuestros hijos y su sufrimiento en el colegio. Quizá ignoramos a nuestras parejas y su infelicidad. Pero claro, sin querer queriendo aplicamos la ley del ciego, y el que no ve no sufre.

Una vieja canción dice “Una mentira que te haga feliz vale mas que una verdad que te amargue la vida”. Debo decir que si bien no estoy de acuerdo con la mentira, la omisión, una prima de la mentira, ha sido mi aliada en algunas ocasiones. Pero en el mejor de los casos, algún día se aprende, que de la mentira no se puede vivir. Que aunque mires para otro lado, las situaciones siguen estando. Y que tu felicidad debería ser mucho mas profunda que una careta.

Hay muchas cosas que “nomegustariaparanadasaber”, pero si te importa a ti, entonces a mi también. Y quiero saberlo.

 

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