¿Será que cada día puedo volver a empezar? ¿Podemos Dejar atrás todo lo que debo y proteger lo que se me ha regalado?
Hoy no me siento como yo misma. ¿Alguna vez te ha pasado? Me siento fuera de mi, fuera de mi centro. Me siento lejos, fría, como una observadora que en su frustración de no poder hacer nada se hecha a llorar como un niño malcriado.
Pero nadie quiere a los niños malcriados, sino que uno los evita, o los prefiere lejos.
Lejos prefiero a los sentimientos que me hacen transportar a una celda, donde estoy atrapada por la impotencia y la soledad. Aun rodeada de gente, y con lo que Dios me dio, no tengo lo que quiero. Pero que mal agradecida. Que mal agradecidos somos a veces, careciendo de perspectiva. Un niño en África que camina dos horas para conseguir agua potable, un adolescente que nunca recibió amor, alguien que hoy no tiene un techo, eso es perspectiva. Eso es lo que realmente importa. Y lejos de juzgarte o a mi misma solo reflexiono.
Que mal agradecidos somos cuando solo miramos lo que nos falta. Cuando no podemos administrar bien lo que tenemos en nuestras manos, porque buscamos algo que esta en la vereda de en frente donde el pasto es mas verde.
Si me preocupo por mi jardín y por todo lo que en el hay, ya no tendré tiempo de  jardín de mi vecino, ni ninguno otro.
Aunque lo que importa es que es tu propio jardín, bueno o malo, hermoso o con sus defectos, es tuyo y por eso lo amas. Mas que cualquier otro jardín ajeno, este es tuyo.
Y eso es suficiente.

Deja un comentario