Los que me conocen saben que siento cierta timidez que me impide hablar públicamente de mis experiencias. Pero en este caso se trata de mí solo porque enmarca más bien a Dios y su increíble amor por nosotros. Recuerdo cuando viajé a Paraguay a dar unas capacitaciones, y las fechas coincidían con  mi cumpleaños.  Pensé que lo iba a pasar sola en el hotel repasando mis notas o algo parecido. Apenas un año atrás había compartido mi cumpleaños rodeada de mi familia, mi mamá, y mis amigos pero de repente todo cambio. Mamá había partido con el Señor, mi familia estaba lejos y mis amigos más cercanos  también. Y aunque siempre he buscado refugio en Dios, me sentía sola. Extrañaba a mis seres queridos. Quería sentir el abrazo de mi mamá, escucharla cantándome “feliz cumpleaños” como siempre lo hacía. La quería tener ahí conmigo, pero estaba consciente de que eso no sucedería. Pensé “Si tan solo estuviera mi familia aquí, no me sentiría sola”. Y mientras divagaba en esos pensamientos, una amiga de Paraguay, que hasta ese momento solamente conocía por las redes sociales, me contactó e  invitó a salir.

Para mi sorpresa, ella había  organizado una reunión en una hermosa heladería e invitó a varias chicas que escuchan Energía Total, programa que conduzco a través de CVCLAVOZ,  para que vinieran a acompañarme. Llegaron de todas partes, una de ellas vino en autobús con su bebé en brazos. ¡Impresionante!

Sentí que el corazón se me ponía chiquito, al ver el amor de Dios reflejado en el esfuerzo y cariño de cada una de ellas.  Hablamos, comimos, reímos, y oramos, también  me trajeron una torta y me cantaron “feliz cumpleaños”.  Dios me había sorprendido lejos de casa pero cerca de Él.

Cuando regresé con el equipo de trabajo mi jefe me dijo: “Escribe lo que sentiste y publícalo”.  Por eso lo estoy haciendo.  Tal vez no hayas perdido un ser querido, tal vez te sientas solo por otros motivos como por ejemplo enfermedad, desempleo, separación, falta de comprensión sea cual sea la razón Dios te entiende. Y El tiene preparadas respuestas para cada una de tus necesidades.

La Biblia dice que toda buena dádiva, todo don perfecto viene de lo alto. ¡Las sorpresas hermosas vienen de Dios! Tal vez al contarte la experiencia de estar en un país en el cual nunca pensé estar, sentir el cariño de personas que no había conocido antes, un cariño genuino de familia, tal vez  logre que tú sientas el consuelo y amor de Dios por ti. Sencillamente porque Dios no hace acepción de personas. Él no busca reyes ni princesas, hijos de padres importantes, o personas perfectas. Él nos hace reyes y princesas, hijos adoptados y nos perfecciona  Él mismo cada día. Dios se aseguró de  rodearme de personas llenas de amor el día de mi cumpleaños por el puro afecto de su voluntad. Porque su corazón de Padre conoce nuestras necesidades y deseos, los conoce y los suple.

Hoy te invito a que confíes que tu Padre que está en el cielo, extenderá sus brazos aquí en la tierra para abrazarte y que puedas sentir su presencia. El te dice “nunca te dejare ni te desamparare”.

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