“enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.” Mateo 28:20 (RVR1960)

Desde el principio Dios mismo, vio que no era bueno que el hombre estuviera solo, por eso le dio una compañera. Dios creó al hombre como un ser sociable, para que pudiera interactuar con sus semejantes. Sin embargo, hay personas que, ya sea por propia elección o por consecuencia, viven aislados y en soledad. Mientras algunos parecen disfrutar su tiempo a solas, otros realmente lo sufren. En cualquiera de los casos, es bueno recordar, que no estamos solos ya que Jesús prometió estar con nosotros en todo momento (Mateo 28:20).

Por lo tanto, si hoy sientes esa soledad, puedes llenar tu vida teniendo una relación cada vez más profunda con Jesús y Su Palabra, pero también puedes dar pasos que te ayuden a comenzar a conectarte con otros. La iglesia, en este sentido es de gran ayuda, ya que nos recuerda que no somos seres aislados sino que formamos parte del cuerpo de Cristo.

Por Giovana Aleman

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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