“Bendeciré a Jehová en todo tiempo; Su alabanza estará de continuo en mi boca.” Salmo 34:7.

Indudablemente hay días en que alabar a Dios es lo menos que deseamos hacer y más cuando experimentamos tragedias o periodos de sequedad en nuestro caminar con Él. Sabemos que las circunstancias no debieran condicionar nuestra alabanza, pero en la práctica muchas veces nos sentimos desanimados o sin fuerzas como para hacerlo. Hoy, quiero animarte a usar esa herramienta poderosa que el Señor ha puesto en tus manos y que te podrá liberar de toda angustia, tristeza o depresión. Recuerda que milagros, prodigios y señales, pueden acontecer en medio de la alabanza.

Por Ruth Mamani

 

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario