“Invócame en el día de la angustia; yo te libraré y tú me honrarás».” Salmos 50: 15 (NVI).
Cuando estamos sumergidos en problemas y no parece haber una salida, es cuando Dios promete ayudarnos, solo debemos clamar a Él, acercarnos para pedir que nos rescate y muestre una salida. El Señor está dispuesto a socorrernos, pero la pregunta real es: ¿tú estás dispuesto a clamar por Su ayuda?
Por Cesia Serna
El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.