“Hagan todo lo posible por mantenerse unidos en el Espíritu y enlazados mediante la paz. Pues hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, tal como ustedes fueron llamados a una misma esperanza gloriosa para el futuro.” Efesios 4: 3-4 (NTV)

Muchas veces cometemos el error de creer que la vida cristiana es una carrera en la que todos debemos dar lo mejor de nosotros para llegar a nuestra meta, sin importar lo que suceda con los demás a nuestro alrededor.

En Marcos 10:46-52, cuenta la historia de un ciego llamado Bartimeo que mendigaba sentado junto al camino, pero al oír que Jesús pasaba por ahí comenzó a gritar pidiendo ayuda. Lo más extraño fue la reacción de los discípulos quienes actuaron de mala manera ante la necesidad de este hombre al intentarlo callar.

La Biblia dice en Proverbios 3:27-28 (TLA) “No te niegues a hacer un favor, siempre que puedas hacerlo. Nunca digas: «Te ayudaré mañana», cuando puedas ayudar hoy.” En otra parte dice: “Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.” Gálatas 6:2

El relato de Bartimeo continúa diciendo que Jesús sí oyó el clamor de este hombre y acudió en su ayuda, a pesar de que muchos le gritaban que se callara.

Quizás hasta ahora no silenciaste a nadie, pero una forma de callar a alguien que pide ayuda, es ignorándolo. Sé que nuestro propósito es terminar la carrera con éxito y que la salvación es personal, pero si encuentras a alguien en el camino que es más débil que tú o que tiene necesidad, no dejes de ayudarlo. Recuerda que todos somos miembros de un solo cuerpo.

Y no necesitas de grandes cosas para ayudar a tu prójimo, aprendamos del apóstol Pedro: “No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy…” Hechos 3:6

Entonces, cada vez que veamos a alguien decaído, sin esperanza, en problemas, ayudemos acercándolo a Jesús, con ternura y humildad. Tu compasión por ayudar a los necesitados traerá grandes recompensas para tu vida.

 “Dichoso el que piensa en el débil y pobre; el Señor lo librará en tiempos malos.” Salmos 41:1 (DHH)

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario