Leamos esta parábola que Jesús enseñó a sus discípulos y que es también para nosotros que somos sus hijos: “«Supongan que uno de ustedes va a la casa de un amigo a medianoche para pedirle que le preste tres panes. Le dices: “Acaba de llegar de visita un amigo mío y no tengo nada para darle de comer”. Supongan que ese amigo grita desde el dormitorio: “No me molestes. La puerta ya está cerrada, y mi familia y yo estamos acostados. No puedo ayudarte”. Les digo que, aunque no lo haga por amistad, si sigues tocando a la puerta el tiempo suficiente, él se levantará y te dará lo que necesitas debido a tu audaz insistencia.» Así que les digo, sigan pidiendo y recibirán lo que piden; sigan buscando y encontrarán; sigan llamando, y la puerta se les abrirá. Pues todo el que pide, recibe; todo el que busca, encuentra; y a todo el que llama, se le abrirá la puerta. Lucas 11:5-10 (NTV)

No sé cuántas veces has pensado que Dios no escucha tus oraciones o no quiere responder a tus peticiones, pero su consejo es que sigas orando e insistiendo. Recuerda las palabras claves del pasaje que hemos leído: “…todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.”

La Biblia dice que el deseo de Dios es bendecirte, así lo declara Jesús: “Si ustedes, siendo malos, dan buenas cosas a sus hijos, ¿Cuánto más nuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?” Mateo 7:11

Por lo tanto,  preséntale a Dios tus peticiones y Él te dará lo mejor, pero antes de dirigirte a Dios en oración, asegúrate de que Él es realmente tu Padre celestial. “Pero a todos los que creyeron en Jesús y lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios.” Juan 1:12 (NTV)

Creer que el Señor Jesucristo murió por ti y resucitó para tu justificación, te convierte en un hijo de Dios. ¿Lo has aceptado en tu vida como tu Señor y Salvador? ¿Has hecho la oración de fe? Sí aún no has dado ese paso escríbenos a [email protected] indicando que quieres recibir a Jesús en tu corazón, con gusto te ayudaremos en esta maravillosa decisión.

¡Que la paz de Dios esté contigo y sigue orando!

 

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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