“Entonces le respondió: Ah, señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre. Jehová le dijo: Ciertamente yo estaré contigo, y derrotarás a los madianitas como a un solo hombre.”(Jueces 6.15-16 RV60)

¿Alguna vez te hablaron de Gedeón, quién era él y cómo lo utilizó el Señor para liberar a su pueblo de los madianitas?

Gedeón era un hombre pobre que se dedicaba a la agricultura, pero para Dios él era un hombre valiente que luchaba por su pueblo con las posibilidades que tenía en ese momento.

Dios usa a gente común para demostrar su poder como dice la palabra: “Sino que lo necio del mundo escogió Dios para avergonzar a los sabios, lo débil del mundo  escogió Dios para avergonzar a los fuertes” (1 Corintios 1:27 RV60)

Para nuestro Padre no importan los títulos que tengamos en esta tierra o nuestros méritos, Él mira con qué corazón le servimos en el ministerio dentro la iglesia, cómo mostramos su amor en la casa y el trabajo.

Gedeón confió en Dios y aunque el ejército disponible para combatir contra los madianitas era de un número reducido, de trescientos hombres, Jehová peleó por ellos.

“Y los tres escuadrones tocaron las trompetas, y quebrando los cántaros tomaron en la mano izquierda las teas, y en la derecha las trompetas con que tocaban, y gritaron: !!Por la espada de Jehová y de Gedeón! Y se estuvieron firmes cada uno en su puesto en derredor del campamento; entonces todo el ejército echó a correr dando gritos y huyendo.” (Jueces 7.20-21 RV60)

Dios puede usar tu vida para bendecir a otras personas, Él te puede dar victoria sobre las dificultades, deja que su palabra cambie tu forma de pensar y toma el paso de fe para servirle, amarle y alcanzar los propósitos que tienes porque el Señor no te desamparará.

Por Carlos E. Encinas

 

 

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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