“Todos hemos pecado, y por eso estamos lejos de Dios. Pero él nos ama mucho, y nos declara inocentes sin pedirnos nada a cambio. Por medio de Jesús, nos ha librado del castigo que merecían nuestros pecados. Dios envió a Jesucristo para morir por nosotros. Si confiamos en que Jesús murió por nosotros, Dios nos perdonará. Con esto Dios demuestra que es justo y que, gracias a su paciencia, ahora nos perdona todo lo malo que antes hicimos. Él es justo, y sólo acepta a los que confían en Jesús.” Romanos 3:23-26 (TLA)


¿Alguna vez te has sentido indigno de hacerte llamar hijo de Dios? Es posible que sí, quizá por los constantes errores que has cometido llegaste a pensar que eres tan malo que no mereces el perdón de Dios.


Es verdad, ninguno de nosotros merecía tanto amor y mucho menos que alguien como Jesús pueda sacrificarse tanto hasta dar su vida en la cruz para hacernos aceptos delante del Padre, pero fue su gracia lo que pudo sacarnos del lodo en el que nos encontrábamos.


¿Estás consiente de dónde Dios te rescató? Quizá vivías atrapado por el alcohol, el tabaco, las drogas o tal vez te era imposible deshacerte de las revistas y videos pornográficos; es posible, pero también debes estar consiente que el sacrificio que Jesús hizo en la cruz no fue en vano, cada gota de su sangre derramada en el calvario fue por amor a ti. ¿Vas a rechazar su sacrificio?


Gracias a esa entrega es que Dios te hizo digno de la vida eterna, no por algo que hiciste, sino por lo que Cristo hizo por ti, no porque lo merecías, sino porque Dios lo decidió así ¿Te das cuenta de cuánto vales?


Todos merecíamos la muerte pero por su GRACIA (regalo inmerecido) hoy somos salvos.


Si el enemigo viene con sus mentiras para hacerte creer que Dios no perdonará tu pecado o que eres demasiado malo para merecer tanto amor, no le creas. No permitas que el diablo saque ventaja de tus debilidades y acepta el regalo precioso que Dios te dio.


¡No te rindas!, tú vales mucho. Es posible que hayas vuelto a fallar, pero Dios quiere regalarte su perdón y mostrarte sus planes y las bendiciones que ha preparado para ti. Eres su hijo y Él continúa trabajando en ti, aún no ha terminado contigo.


¡Vamos! ¡Levántate una vez más!, lo que Jesús hizo por ti es suficiente motivación como para no dejarte vencer y declarar la derrota de nuestro enemigo.


Ya no sigas creyendo que no eres digno, porque en realidad sí lo eres ¡Pelea y no te des por vencido!

Por Ruth Mamani

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario