Es terrible tener un examen sorpresa cuando uno no está preparado. ¿Te ha pasado? Cuando el educador  ingresaba al curso y decía: “empezaremos la clase con una prueba sorpresa para ver el conocimiento que presentan” La mayoría de los estudiantes se aplazaban porque no estaban listos.

Así el Señor probó a sus discípulos para ver si estaban preparados. La palabra de Dios dice:

“Después de esto, Jesús fue al otro lado del mar de Galilea, el de Tiberias. Y le seguía gran multitud, porque veían las señales que hacía en los enfermos. Entonces subió Jesús a un monte, y se sentó allí con sus discípulos. Y estaba cerca la pascua, la fiesta de los judíos.

Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a él gran multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman éstos? Pero esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer. Felipe le respondió: Doscientos denarios de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco. 

Uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, le dijo: Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos? Entonces Jesús dijo: Haced recostar la gente. Y había mucha hierba en aquel lugar; y se recostaron como en número de cinco mil varones.

Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto querían. Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada.  Recogieron, pues, y llenaron doce cestas de pedazos, que de los cinco panes de cebada sobraron a los que habían comido.” Juan 6:1-13

El primer hombre en ser probado fue Felipe y fue el primero en reprobar, puesto que mencionó que el dinero que tenían no abastecería para alimentar a todas las personas que se encontraban en aquel lugar. El segundo en aplazarse fue Pedro, quien afirmó que el poco alimento que había no era nada para tantos.

En toda esa multitud sólo hubo un niño que aprobó, aquel que a pesar de ver una gran cantidad de gente llevó sus cinco panes y dos pececillos para compartir. Jesús mostró que con Él no existían limitaciones, comieron hasta saciarse e incluso sobraron doce cestas llenas.

¿Estás preparado para una prueba? Es posible que la preocupación que presentas sea por la alimentación, vestimenta, material escolar de tus hijos u otras cosas que te impiden creer en Dios. ¿Cómo lo estás enfrentado? El peor error que puedes cometer en estos momentos es alejarte de Jesús, quien es el único que hace milagros.

No te aplaces ¡Regresa y confía en Él y Él hará!

 
El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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