“Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse; más los impíos caerán en el mal.” Proverbios 24:16

Es difícil imaginar la cantidad de pensamientos y sentimientos que pasaron por la mente de Pedro después de haber fallado a Jesús (Mateo 26:69-75) ¡Qué culpable se habrá sentido ese día! Seguramente, sintió que era el peor momento y lo peor que había hecho en toda su vida. Me imagino a un Pedro decepcionado de sí mismo y sin esperanza, decaído y derrotado por la culpa, sin ganas de vivir ni seguir adelante. Qué pensamientos habrá tenido en ese instante, de seguro fue un tiempo crítico y decisivo para él.

Ahora bien, ¿Estaba todo perdido para Pedro? Claro que no, porque más tarde él demostró que podía levantarse y confiar en el amor de Dios al decidir seguir en el camino del Señor y esperar lo que sucedería con su vida. Ese mismo Pedro fue usado en gran manera después de permanecer en la presencia de Dios y recibir el Espíritu Santo para predicar la palabra de Dios. (Hechos 2:14)

Tal vez en este momento te sientes como Pedro,  piensas que Dios ha dejado de amarte por algo que has hecho, te consideras una mala persona que ha echado a perder no una, sino muchas oportunidades. Quizás ignoraste  muchos consejos antes de cometer esos errores, pero ¿Sabes algo? Todos fallamos.

Lo que importa ahora no es lo bajo que hayas caído, sino lo decidido que estés para levantarte y corregir ese error. Posiblemente te sientes triste, con dolor y hasta con vergüenza de lo que hiciste, pero déjame decirte que no eres el único, yo también he tenido momentos tristes, de desánimo, soledad, angustia, miedo e inseguridad; pero a pesar de nuestras fallas, Dios nos sigue amando. Aunque creas que no lo mereces, Él te sigue mirando con Sus ojos de amor y nunca se ha alejado de ti.

“Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.” Isaías 1:18

“El Señor dice: «Vuélvanse a mí ahora, mientras haya tiempo; entréguenme su corazón. Acérquense con ayuno, llanto y luto. No se desgarren la ropa en su dolor sino desgarren sus corazones». Regresen al Señor su Dios, porque él es misericordioso y compasivo, lento para enojarse y lleno de amor inagotable. Está deseoso de desistir y no de castigar.” Joel 2:12-13 (NTV)

Dios está dispuesto a obrar en tu vida y hacer una nueva persona de ti. Su amor no es como el de las personas que conoces, no puedes ni siquiera imaginarte lo importante que eres para Él y lo mucho que te ama.

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario