Aunque estamos acostumbrados a vivir con nuestros celulares y en ocasiones pensamos que los hemos tenido siempre, la aparición de estos aparatos electrónicos es un tanto reciente. Es por este motivo que los efectos positivos y negativos que causan no pueden ser analizados a largo plazo. Sin embargo, hay estudios que han examinado las consecuencias que se están presentando en la actualidad, y de allí se han hecho algunos descubrimientos interesantes.

Un reporte de la Universidad de Texas en Austin publicado en la Journal of the Association for Consumer Research, afirma que la capacidad cognitiva y el poder general del cerebro se reducen significativamente cuando el teléfono móvil está a poca distancia, incluso si está apagado o boca abajo. Esta conclusión se extrajo después de un experimento en el cual se observó que la habilidad de procesar información de los participantes mejoraba significativamente cuando no tenían sus celulares al alcance. Otro estudio similar liderado por Adrian Ward, también demostró que las personas realizan mejores actividades que requieren concentración y capacidad cognitiva cuando se encontraban aleados de sus celulares.

Ward señaló además que mientras los celulares son más notables o se encuentran cerca, la capacidad cognitiva disminuye porque incluso cuando nuestro cerebro no está pensando en dicho aparato, una parte de nuestra mente que exige que no pensemos en él utiliza recursos cognitivos limitados. En otras palabras, se pierde concentración y capacidad cognitiva aún sin notarlo.

Después de estas investigaciones, los expertos recomiendan colocar los celulares en un punto donde no sea de fácil acceso a la vista (en otra habitación, un bolso, en el bolsillo, la gaveta del escritorio, etc); y esto optimizará el desempeño, el control, la función cognitiva, e incrementará el poder cerebral.

 
Este artículo fue producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario