Las personas fallan. Los líderes cometen errores y en ocasiones es difícil entender cómo alguien puede predicar una cosa y hacer lo opuesto. La Biblia dice que si vemos que alguien necesita ayuda debemos comunicar a nuestros líderes y pastores. Es importante siempre hacer las cosas con buenas intenciones y nunca juzgar a ningún hermano de la fe.