¿Cómo saber si a Dios le agradan nuestras metas?

Es importante saber si a Dios le agradan nuestras metas, antes de establecerlas, porque muchas personas deciden hacer una lista de metas y luego las consultan con Dios.

En realidad, la guía para hacer esa lista de metas es muy sencilla. Tienen que estar alineadas con la Palabra de Dios. Si dedicamos tiempo diario a comunicarnos con Dios y leer nuestra Biblia, se nos va a hacer más sencillo saber que nuestras metas sean agradables para Dios.

El éxito que puedas lograr con tus metas radica en la constancia

Tenemos que cumplir continuamente con el propósito de Dios en nuestras vidas, y no tratar de fijar objetivos para competir con nadie ni superar a nadie. Si nuestras metas van de acuerdo con el propósito de Dios para nuestras vidas, sentiremos paz.

En cuando a competir, debemos querer superarnos nosotros mismos. Ser cada día mejores y acercarnos más a quienes Dios desea que seamos. Nuestras metas deben estar basadas en ese deseo de agradar a Dios y parecernos cada día más al ejemplo que nos dio Jesús. Así podemos saber si a Dios le agradan nuestras metas.

Una vez que sabes que le agradan a Dios, sueña en grande

Si ya estás seguro de que tus metas y sueños no van en contra de Dios y te llevan a cumplir con Su propósito en tu vida, entonces, sueña en grande.

Cuando buscamos cumplir con nuestro propósito, Dios nos va a bendecir y respaldar. Estando conscientes del gran poder de Dios, nuestra fe en ello nos hará lograr lo que nos propongamos. Estando seguros de que a Dios le agradan nuestras metas, usaremos todos los talentos que Él nos dio para lograrlas y sentiremos Su bendición.

Más que cumplir tus metas

El mayor logro cuando te conectas con Dios para establecer tus metas es lo que va sucediendo dentro de ti mientras vas logrando tus objetivos.

Con tu perseverancia, constancia, trabajo fuerte y dedicado, Dios moldeará tu carácter y eso es algo que nadie te puede cambiar. Cuando tus objetivos son buenos, verás las recompensas que te trae luchar por ellos. Vas a poder saber que a Dios le agradan tus metas.