Todo padre sabe que si quiere dejar un legado de valor a su hijo, lo primero que deberĂĄ hacer, incluso antes de planificar la educaciĂłn que pueda darle, serĂĄ cuidar el ejemplo que le estĂĄ dando.
Porque el mayor referente de un niño, ante las diversas situaciones que surjan en su vida, serå aquello que observó en sus padres, la forma en que enfrentaron problemas, el trato dentro de su matrimonio y con personas de su entorno, incluso aspectos tan sencillos como los håbitos de higiene y limpieza; casi nada escapa de la observación de un niño.
AsĂ­ como un padre tiene que cuidar su comportamiento para dar un buen ejemplo a su descendencia, como cristianos debemos hacer lo mismo.
Y si te preguntas cĂłmo lograrlo, pues el mejor modelo que podemos seguir, es el que nos dejĂł JesĂșs, quien tuvo un comportamiento ejemplar, ademĂĄs de ser obediente a Su Padre.
Todas sus acciones estaban basadas en el amor, por ello, sanĂł enfermos, alimentĂł a muchos, liberĂł a cautivos y realizĂł el mayor acto de amor conocido por la humanidad: dio su vida para perdĂłn de nuestros pecados.
“Y andad en amor, como tambiĂ©n Cristo nos amĂł, y se entregĂł a sĂ­ mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.” Efesios 5:2 (RVR1960).
Es verdad que llegar a hacer todas las cosas que Él hizo no nos será posible; sin embargo, es nuestra responsabilidad ser obedientes a la Palabra y esforzarnos por andar en amor, es el mejor ejemplo que podemos dejar.
“Un mandamiento nuevo os doy: Que os amĂ©is unos a otros; como yo os he amado, que tambiĂ©n os amĂ©is unos a otros. 35 En esto conocerĂĄn todos que sois mis discĂ­pulos, si tuviereis amor los unos con los otros.” Juan 13:34-35 (RVR1960).

Por Cesia Serna


El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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