“…y tu corazón se conmovió, y te humillaste delante de Dios al oír sus palabras sobre este lugar y sobre sus moradores… y rasgaste tus vestidos y lloraste en mi presencia, yo también te he oído, dice Jehová.” 2 Crónicas 34:27
Deja que la palabra de Dios genere un cambio en tu interior, que tu corazón sea impresionado por su voz. Humíllate delante de Él, pon en sus manos todo lo que eres, llora en su presencia pidiendo lo que anhelas en tu corazón y tu voz será oída por Jehová. Necesitas rendir todo lo que eres, sin reservas ni condiciones.
Por Miguel Ángel Veizaga
El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.