“Tú eres mi refugio y mi escudo; tu palabra es la fuente de mi esperanza”. Salmos 119: 114 (NTV)

Al recibir una mala noticia, podemos sumergirnos en el dolor o en la desesperación, buscar la ayuda de familiares y amigos poniendo en ellos nuestra esperanza o acudir a la ayuda de Jesús, quien nos prometió: “Nunca te dejaré, jamás te abandonaré” Hebreos 13:5.

Te animo a que hoy puedas levantarte, poniendo tu esperanza en Dios. Búscalo y recibe las fuerzas para seguir y vencer toda dificultad. Su Palabra dice: “¿Por qué voy a desanimarme? ¿Por qué voy a estar preocupado? Mi esperanza he puesto en Dios, a quien todavía seguiré alabando. ¡Él es mi Dios y Salvador!” Salmos 42:11 (DHH)

Por Danitza Luna

 

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario