“¿Por qué voy a inquietarme? ¿Por qué me voy a angustiar? En Dios pondré mi esperanza y todavía lo alabaré. ¡Él es mi Salvador y mi Dios!” Salmo 42:5 (NVI).

La vida tiene muchos altibajos, un día podemos estar de pie y bendecidos. Pero al otro, en pruebas y angustiados. Quizá hoy te encuentres en los que piensan que los problemas parecen sobrepasar tus capacidades humanas y a pesar de haber intentado todo por salir, nada parece dar buenos resultados. Es posible que esta situación haya apagado en ti hasta la mas pequeña luz de esperanza. Mas en medio de toda aflicción, Dios promete no abandonarte, sino llenarte de su paz para que al igual que Pablo puedas  declarar: “Nos vemos atribulados en todo, pero no abatidos; perplejos, pero no desesperados;  perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no destruidos.” 2 Corintios 4:8-9.

Por Ruth Mamani

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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