“Él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; entonces le despertaron y le dijeron: Maestro, ¿no te importa que perezcamos?  Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: ¡Cálmate, sosiégate! Y el viento cesó, y sobrevino una gran calma.”  Marcos 4:38-39

Muchas veces al pasar por una situación difícil, la cual se nos sale de control. Frente a esto nuestra primera reacción es de desesperación, tratando de tomar control de lo que está sucediendo. Cuántas veces hemos reclamado a Dios diciéndole: ¿no te importa mi sufrimiento? Hoy antes de acostarte, quiero recordarte que  Dios no te abandonará, sino que te cuidará todos los días de tu vida. Sus promesas no tienen fecha de vencimiento, por lo tanto, no importa cuán difícil sea tu situación porque aún durante las más fuertes tormentas, Él no te soltará de su mano. En esta noche, que no se turbe tu corazón, confía en que Dios, como poderoso gigante, se levanta en tu defensa. Por Miguel Ángel Veizaga

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario